Una nave industrial siempre es un proyecto interesante, donde se combina la experiencia de la constructora, con las necesidades del cliente que necesita este tipo de obra, donde se utilizan diversos tipos de materiales.

Enumeramos algunos ejemplos de naves industriales.

Naves de hormigón “in situ”: este tipo de nave es una de las más económicas, aunque se invierte más tiempo en su construcción, su diseño puede realizarse en forma de un edificio, con varias estructuras dentro de la planta, sin embargo otra de las desventajas que tiene es que tiene carencias en la iluminación.

Naves de hormigón prefabricado : si le urge su construcción, estas naves con fáciles y rápidas de armar, donde solo se tienen que conectar las piezas, aunque debido a que no son muy altas, también su iluminación no llega a ser la adecuada.

Naves con estructuras de acero: este tipo de nave con estructuras metálicas, sin que se tengan que montar pilares dentro del inmueble, se construye rápidamente, logrando mejores espacios iluminados.

Naves mixtas: estas estructuras combinan el acero con hormigón, logrando un ahorro económico en la compra de materiales y donde se pueden realizar diseños especiales en el inmueble. Durante su construcción se pueden realizar los procesos de pretensado y postensado para mejorar el desempeño de las estructuras.